Entradas

En diciembre, mi amiga Ave me escribió: “No sabes qué libro. Lloré. Me enojé. Lo amé” junto al link de GoodReads que hablaba de un libro escrito por Bonnie Garmus: Lessons in Chemistry.

El hecho de que mi amiga me recomendara el libro ya era bastante. Una parte importante de mi amistad con Ave en estos años (no les diré cuántos, pero sí que ya son dos números en la cifra) es el recomendarnos cosas chidas: comida, cursos, libros.  Así que, sin dudarlo, conseguí el libro y fue con el que arranqué mis lecturas de 2023.

La descripción del libro dice que Elizabeth Zott no es una mujer promedio. De hecho, ella piensa que no existe tal cosa como “mujer promedio” y que ninguna mujer aspira a ser únicamente ama de casa. Quizá esto no les suene tan novedoso considerando que es 2023, pero Elizabeth vive en los inicios de los 60. Así que constantemente debe pelear para que le den su lugar como química (no “mujer química”, sino “química” a secas). La única persona que de verdad la ve es Calvin Evans, quien se enamora de ella en la situación más extraña. Un amor verdaderamente de novela: una pareja que se ama por su cerebro y no por su físico.

Portada de Lessons in Chemistry en su edición americana, tomada de Amazon

Así es como la autora nos sumerge en un mundo lleno de misoginia, pero también de valentía. Elizabeth jamás se ve a sí misma como víctima a pesar de los atropellos a los que se enfrenta. No sólo es hecha menos por sus compañeros de trabajo y por la comunidad científica, sino por el mundo en general. Empero, cuando se ve a sí misma como madre soltera, busca cómo sacar a Madeline adelante y por ello acaba como anfitriona en un muy extravagante programa de cocina. Porque para Elizabeth la cocina es Química, y la Química es un asunto serio.

Con escenas honestas y a veces desgarradoras (trigger warning: hay abuso sexual), Bonnie nos lleva a topar con personajes entrañables o detestables, pero ninguno sin fondo. Eso fue lo que más me atrapó de este libro: los personajes son únicos. No importa si hablamos de la vecina de Elizabeth, 6:30 el leal perro, Mad o el mejor amigo del trabajo. Cada uno de los personajes tienen su propia voz e historia. Sí, incluyendo al perro (gran personaje, por cierto).

La historia es un canto de amor al feminismo, a las mujeres que salen adelante sin victimizarse a pesar de ser víctimas de diferentes abusos y violencias, ante todo, un himno a toda persona que sabe que eso de “ser promedio” es una fantasía. Como dato curioso, la portada parece una contradicción porque la versión de EEUU es rosa, cuando la portada más ad hoc a la historia y a su protagonista es la UK. Incluso la autora lo menciona en Goodreads 😅

Recomiendo mucho leer esta novela. No se van a arrepentir.

 

Título: Lessons in Chemistry

Autora: Bonnie Garmus

Rating: 🔮🔮🔮🔮🔮 (excelente servicio)

Lo conseguí en Amazon

Hace un par de semanas acabé el segundo libro que leo de Silvia Moreno García. Quizá es el título que a ustedes les suene: Mexican Gothic. Esta novela (como la otra que ya leía de ella) está ambientada en México a pesar de estar escrita en inglés. Eso se debe a que ella es mexicana pero vive en Canadá. Sobre la autora como tal ya tengo mucho qué decir, pero hoy les quiero hablar del libro.

Aquí nos encontramos con Noemí, una socialité de la Ciudad de México en los 50 que es mandada por su padre a High Place, el lugar donde vive su prima Catalina, para ver que esté bien. Catalina se ha casado con un inglés, Virgil, y le mandó una carta muy incoherente al padre de Noemí. La misión de nuestra protagonista es valorar si Catalina necesita ayuda psiquiátrica.

Así es como Noemí se lanza a un poblado antaño minero de Hidalgo para poder llegar a High Place donde está la familia política de Catalina, una familia de tres generaciones de ingleses que fueron ricos gracias a la mina de plata pero ahora todo, incluyendo la casa y el patriarca, se encuentra en decadencia.

La vibra completa de la novela es esa: decadencia. Algo que tiene Silvia como autora es que tiene una historia que contar y va directo a ello. Aquí las pesadillas vienen cargadas de un factor psicológico. ¿Catalina enloqueció o hay algo mal con la casa? ¿Los ingleses son flemáticos o están ocultando algo más?

Poco a poco los secretos se van dando a conocer y la realidad sobre High Place y Howard, su patriarca, resulta peor de lo que Noemí podría imaginar.

Esta novela me provocó continuas pesadillas inquietantes. No porque sus descripciones sean horribles (en el sentido de crear escenas tremendas) sino por todo el ambiente que consigue provocar la novela. Y eso para mí es importante. Es una lectura que atrapa a pesar de que Noemí es una chica muy malcriada, compensa con lo astuta que puede ser. Disfruté mucho este primer libro de febrero. Se los recomiendo.

Nota al pie: una amiga me comentó que le dijeron que es una mala copia de Nuestra parte de noche, pero yo no he leído esa novela de Enríquez. La tengo en los pendientes de este año, cuando llegue, les cuento qué opino al respecto.

 

Imagen de Amazon

Título: Mexican gothic

Autora: Silvia Moreno García

Rating: 🔮🔮🔮🔮1/2

¿Dónde conseguirlo? Amazon

 

 

 

Inicia el 2022  y yo tengo muchas lecturas pendientes. Entre que me regalaron varios libros ahora en Navidad, que aproveché a comparar algunos que ya tenía en lista y que booktok es un peligro, mi eterna lista de pendientes no más crece. La ventaja es que ahorita estoy de vacaciones. Así que el domingo aproveché para echarme de un tirón una novela corta bien bonita, creo que fue un buen arranque de año. Leí Silver in the Wood de Emily Tesh. Es una novela corta, editada por TOR.

Esta novela se inspira en el mito del Hombre Verde, un ser relacionado con la naturaleza en varias mitologías. Lo que Emily Tesh logra en esta novela (que me enteré hace rato que es una duología) es darle la vuelta a esta leyenda. Si bien habla de los dioses antiguos (algo así como los que se mencionan en Addie La Rue), acá la historia toma un giro un poco más oscuro y mucho más queer. Sí, queer, pero se me calman, no es algo metido con calzador no más por complacer a cierto grupo, sino que es un planteamiento que queda bastante bien.

Entonces, aquí conocemos a Tobias Finch, el hombre que vive en una cabaña abandonada en el bosque. Un buen día lluvioso, Henry Silver compra las tierras colindantes al bosque, Greenhollow Hall, y se pierde caminando en el bosque. Empapado hasta los huesos, deambula a la cabaña de Tobias y pasa ahí la noche. Fascinado por el extraño y huraño carácter de Tobias, empieza a visitarlo con frecuencia. A Silver lo que le llama la atención son las leyendas, y en Greenhollow hay muchísimas, particularmente sobre el Hombre Solitario y el Lord del Verano.

Tobias, medio por accidente, acaba recordando las leyendas más antiguas, que él bien sabe que se han modificado con el tiempo y con la tradición oral. La relación entre Tobias y Silver me parece muy tierna en el más estricto sentido de la palabra: a Tobias le da ternura como de “awww, cosita” la forma en que Silver, un veinteañero, está obsesionado con atrapar nuevas historias y apuntarlas todas en su libreta.

El problema viene cuando las leyendas se presentan en persona y ponen de cabeza a Tobias y a Silver.

Es un lectura ligera, rápida, plagada de plantitas y espíritus del bosque. Son apenas 114 páginas, que se me fueron como agua. Si quieren una aventura corta y les gusta la tradición de los fae, este libro puede ser para ustedes. Yo le doy 4 bolas de cristal.

Imagen de header de TOR

Título: Silver in the Wood

Autora: Emily Tesh

Rating: 🔮🔮🔮🔮

¿Dónde conseguirlo? Amazon

Existe una cultura de re-narraciones de historias ya clásicas, creando versiones modernas de cuentos ya conocidos, como Blancanieves o la Cenicienta. Al principio, las primeras historias del tipo que yo llegué a encontrar eran el cuento tal cual, sólo con personajes en la actualidad. El único “refresh” que se hacía de las historias era sacarlas del siglo XVIII o XIX para ponerlos a finales del XX o inicios del XXI.

Estos ejercicios se me hacían simpáticos, y de hecho fueron base para ejercicios de trabajo de redacción cuando di clases de ello en prepa: le pedía a mis alumnos que eligieran un cuento clásico y pusieran a los personajes en el día a día de mis estudiantes. Los resultados a veces eran escabrosos, pues se volvían una ventana a las realidades de los chicos que tomaban clases conmigo (pero eso es tema de otra entrada en el blog).

Tomando este antecedente en cuenta, recientemente fui sorprendida por una novela editada por Quirk Books: Geekerella de Ashley Poston.

La historia nos presenta a Elle, una chica de 17 años que vive con su madrastra y sus hermanastras, las perfectas gemelas. Elle está atrapada en su propia casa, lo único que le queda de la vida que tuvo al lado de su padre, el fundador de la ExcelsiCon y la razón por la que ella ame la serie de culto Starfield. Al mismo tiempo, conocemos a Darien, el joven actor que ha sido elegido para interpretar al Príncipe Carmindor, el protagonista de Starfield en el reboot de esta serie.

Elle está decidida a ganar el premio a mejor disfraz en la ExcelsiCon de este año, lo que le hará tener un pase para el Baile de Gala, conocer a Darrien (a quien quiere decirle exactamente lo que opina de la pésima idea de hacerlo Príncipe Carmindor sólo para atraer a nuevos fans) e ir a la premiere del reboot.

Darien está decidido a demostrar que sí puede ser Carmindor, el personaje que lo acompañó cuando nadie más estaba para él durante su infancia. Darien es el geek de closet perfecto. Elle es la geek bloguera perfecta. Todo apunta a que su encuentro será catastrófico, ¿o no?

Geekerella 1

Narrado a dos voces, cada capítulo inicia con el nombre del narrador (Elle o Darien), sumergiéndonos en las tribulaciones de cada uno y en la forma fortuita en que ambos conectan a través de mensajes de texto.

Esta historia no sólo da un giro a la premisa de Cenicienta, sino que se vuelve una carta de amor a la cultura geek. A veces quizá exagera en la cantidad de guiños que posee, pues sus referencias bien bajadas de Doctor Who, Star Wars y Star Trek pueden llegar a ser demasiado: sólo los verdaderos fans las entenderán, pues Poston no dedica tiempo a explicarlas (cosa que los fans de las series agradecerán).

Elle y Darien son personajes 100% humanos y el cierre de la historia es maravilloso. Esta historia todavía no está disponible en español, pero si pueden conseguirla, les aseguro que no se arrepentirán.

Pueden saber un poco más en la página de Quirk Books.

 

Se acabó el año y empiezan las listas y los propósitos (en mi caso, metas u objetivos y no, no son 12) que llenan de buenos deseos e inspiraciones la blogósfera.

Pero como yo sólo sé hablar de libros, mi recuento en realidad es acerca de lo que leí durante este año. Debo decir que 2016 fue el año de COMPRAR libros. Me hice de una enorme cantidad de libros Para variar, mi pila de libros por leer creció más que la pila de libros leídos. De hecho a un amigo le dije que en 2017 mejor no compraré libros porque tengo mucho por leer. Mi amigo soltó la carcajada y dijo que no me creía nada. Tampoco lo culpo. En fin. Lo que sí leí en 2016 fue:

La mecánica del corazón. Mathias Malzieu. El libro me lo dieron los Reyes Magos. Con una portada hermosa, cortesía de mi ilustrador francés admirado, Benjamin Lacombe, nos narra la historia de un chico cuyo corazón funciona gracias a un cucú de cuerda. Para sobrevivir debe seguir tres reglas, la más importante: no te enamores. Su frágil corazón no podría con esa emoción que es el amor. Sin embargo, se enamora de una bailarina, a quien persigue por Europa. ¿Qué ocurrirá? Vale la pena leer esta historia breve.

The best american science fiction and fantasy 2015. Editado por Joe Hill. Otro libro que me dieron los Reyes Magos, es una compilación de 10 cuentos de Ciencia Ficción y 10 cuentos de Fantasía, publicados en Estados Unidos. El primero de esta serie (The best american) dedicado a los terrenos de la literatura de la imaginación, me cautivó por la grandeza de las mentes tras las plumas. Muero de ganas de conseguir el de 2016. Fue un libro que me gustó tanto que le compré una copia a un querido amigo autómata de cumpleaños y le presté a otro querido amigo mío mi ejemplar. Si les gusta leer en inglés y les gusta como a mí la Literatura de la Imaginación, este libro es imperdible.

Tóxica. Françoise Sagan. Las notas del diario de Sagan cuando estuvo en rehab por causa de su adicción a la morfina, es un libro muy rápido de leer. De hecho, lo recomendé en Revista Kya!

Engaños. A. G. Howard. El cierre de la saga de Susurros, confieso que no fue mi favorito. Sentí que la historia se extendió de más con tal de cumplir con entregar una trilogía. Eso sí, lleno de aventura y oscuridad, este cierre me permitió escribir el texto con el que entré a Penumbria.

Emigrantes. Shaun Tan. El libro más anhelado de hace un par de años, cayó al fin en mis manos en abril de este año. Es un libro HERMOSO. Sin una sola palabra, sólo dibujos, Shaun Tan nos narra la historia de los que emigran en busca de una vida mejor para sus familias, lo difícil que es adaptarse y cómo se mantiene uno fiel a sus raíces. Para hacer este libro, Tan investigó durante una década y entrevistó a varias familias. Es una cosa maravillosa.

Santiago se va. José Urriola. Libro que cayó en mis manos en agosto de 2015, justo el día que mi padre expiraba, regalo de mi querido profesor Urriola, no pude agarrarlo hasta pasado un año de la muerte de mi padre. Pero ¡qué cosa me esperaba! Si ya admiraba a José como profesor, como escritor se ganó un sitio en uno de mis pedestales literarios. Santiago desaparece, encargando a su mejor amigo (el narrador) que haga una serie de entrevistas a las mujeres de su vida –la de Santiago –para saber lo que ellas piensan de él. Con ello uno se interna en la biografía del extravagante inventor que es Santiago y, sin saberlo, cae de una historia realista a una cosa de fantasía en un paso tan natural que ni se siente el cambio de atmósfera hasta que ya te atrapó. Uno de mis favoritos de este año.

El rastro. Antonio Ortuño. Parte de la nueva colección para jóvenes del Fondo de Cultura Económica, este libro me causó sentimientos encontrados. Ortuño tiene una prosa impecable, pero la historia del chico citadino y taciturno que acaba varado en el norte porque su amigo lo invitó y termina envuelto en un caso de secuestro, buscando desesperadamente a su cuate en una ciudad norteña perdida de la mano de Dios no acabó de atraparme.  Y ni siquiera sé decirles por qué: la escritura es maravillosa, hay misterio, aventura y momentos de tensión. Quizá este libro me topó en mal momento. Espero poder leer algo más de Ortuño pronto, pues me gusta su uso del lenguaje.

The only pirate in the party. Lindsey Stirling. La autobiografía de la violinista bailarina de hip hop (sí, sí existe algo así) éxito de YouTube está llena de confesiones íntimas, de inspiración para quienes luchan con desórdenes alimenticios y de rompimiento de esquemas. ¿Una mormona puede estar en el mundo del espectáculo y triunfar? Sí, se puede, aunque no es fácil.

La chica del tren. Paula Hawkins. Creo que soy la única persona que ha leído este libro y no lo ha devorado. Muchos me lo recomendaron insistentemente. Narrado a tres voces, todas femeninas, mi problema principal fue que Rachel, la protagonista, se me hizo intragable. Por ello, me costó trabajo avanzar y disfrutar la lectura. Sin embargo, es un thriller muy bien escrito, con una construcción algo lenta para mi gusto, pero con un desenlace impecable.

Magonia. Maria Dahvana Headley. Si debo escoger mi libro favorito de este año, habría empate entre esta maravilla de la literatura YA y otro libro al que ya llegaré. El libro me impactó tanto que me provocó pesadillas. Escribí más a fondo de él en Penumbria.

El inesperado plan de la escritora sin nombre. Alice Basso. Lo describí en mi cuenta de Instagram como “una divertida novela de detectives, cuajada de guiños literarios y con una protagonista de humor ácido”. Se trata del libro que empata con Magonia en el sitio de “libro favorito de Nerea 2016”. Es un libro muy divertido y muy sencillo de leer, aunque ello no le quita el tener giros inesperados. Alice Basso me cayó muy bien como autora y espero que cumpla con sacar una novela más con la misma protagonista, Vani Sarca.

Creatividad, S.A. Ed Catmull. Parte autobiografía, parte guía del CEO de una empresa, la historia del surgimiento, crecimiento y posicionamiento de Pixar como una de las fábricas de sueños más grandes en el mundo cinematográfico es por demás inspiradora. Particularmente cuando uno tiene un equipo a cargo, aunque sean tres personas, este libro marca pautas necesarias para la buena comunicación con los equipos y para mejorar los ambientes laborales.

La tienda de los sueños. Antologado por Alberto Chimal. Un libro de cuentos que cubre poquito más de un siglo de cuento mexicano, felizmente (y sin proponérselo) Alberto metió un número igual de autores que de autoras. La evolución de las letras conforme nos acercamos a la época contemporánea no implica que la calidad cambie. Si volviera a dar clases de Lectura, este sería mi libro de cabecera: hay algo para todos los gustos, además de que se amplía la lectura con la pequeña biografía al inicio de cada cuento y con las referencias de cuentos similares al final.

The girl of ink and stars. Kiran Millwood Hargrave. La galardonada acutora inglesa (con apenas 26 años) debuta con esta novela de fantasía sobre la hija del cartógrafo en la isla de Joya, donde hace 30 años nadie puede salir porque el Gobernador lo prohíbe. Se convierte en una historia de aventura, de crecimiento y de amistad. También escribí sobre este libro para Penumbria.

Lunática. Martha Riva Palacio. El último del año fue el Premio de Poema Hispanoamericano para Niños 2014, publicado por el Fondo de Cultura Económica. Es un poema hermoso, narrado por una niña que sueña con la Luna, los lobos, la magia. Las ilustraciones de Mercé López me recuerdan un poco el estilo de las películas de Studio Ghibli (un amigo de broma me preguntó por qué estaba la Princesa Mononoke en la portada). Me lo regalaron en el intercambio godín de la oficina y fue el regalo perfecto.

Y en el inter, cayeron en mis manos muchos libros más. Justo me encuentro leyendo How to be a woman, de Caitlin Moran, Fangirl  de Raibow Rowell y Cartas de amor a los muertos de Ava Dellaira. Y mejor ni hablamos de mi TBRL que no acabamos. Ustedes ¿qué leyeron este 2016?

Vicios #bibliofilia

Una foto publicada por Vanessa Puga (@nereavpv) el 23 de Dic de 2016 a la(s) 9:14 PST

¿Se acuerdan que les platiqué de la bonita app de LiteraryThing.com para ponerle orden a sus libros? Bueno, pues resulta que dentro del sitio web de LiteraryThing hay una parte que se llama “Early Reviews”.

¿De qué va esto? Se trata de reseñar libros, antes de que salgan al mercado. ¿Cuál es el truco? Los editores esperan reseñas honestas sobre los libros… y rápidas.  Cuando crean una cuenta en LiterayThing, pueden configurar entrarle al Early Review para reseñar libros, gratis.

El punto malo es que para México las ofertas son pocas y todas en versión digital. El punto bueno es que ¡son libros gratis! Pueden apuntarse para pedir que les manden los libros y si son elegidos, deben leerlos rápido y subir una reseña.

Ahora bien, yo no he participado aún, pero imagino que para que los elijan se basan en que ya tenga reseñas subidas al sitio. Así que si son fans de subir info a Goodreads, y gustan de leer en inglés, creo que esta es una buena oportunidad para leer cosas antes que nadie.

¿Les gusta la idea? Creen su cuenta en LibraryThing.com y corran acá.

Acabo de leer un libro divertido: El inesperado plan de la escritora sin nombre, debut de la italiana Alice Basso. La historia gira alrededor de Silvana Sarca, la escritora fantasma de Ediciones L’Erica. Su deber es escribir historias cuando los escritores de la editorial se traban.

Silvana es una mujer de treintaytantos, con una actitud de “el mundo me importa un carajo”. Lo curioso de su actitud es que se contrapone a lo que define su habilidad maravillosa de meterse en cabeza ajena para escribir: empatía.

La historia, narrada desde el punto de vista de Silvana (Vani, para los amigos) inicia con ella ayudando a Riccardo Ranti, escritor atractivo que está perdido por culpa del bloqueo de escritor. Esto saca a Vani de balance al toparse al fin con alguien que parece más interesado en su cerebro que en su estrafalaria apariencia. (¿Les conté que comparan a Vani con la Lisbeth Salander italiana por su forma de vestir?). Mientras Vani está viviendo una cosa extraña llamada “noviazgo”, también acaba conociendo al comisario Berganza, el estereotipo clásico del inspector de novela negra, quien investiga la desaparición de una de las autoras de Ediciones L’Erica.

Berganza está fascinado con la habilidad de Vani de meterse en la cabeza de los demás y ve muchas posibilidades en ella para que le ayude con el caso, como pieza clave para entender al villano culpable de la desaparición de la autora en cuestión.

Con una forma de narrar muy agradable, un humor sumamente sarcástico y ácido y plagada de guiños literarios, el libro me atrapó por completo. Un buen homenaje a novelas de detectives y a los amantes de la literatura universal (particularmente la contemporánea), los personajes son memorables.

Al parecer habrá una segunda parte y yo seguramente la leeré, pues Vani me encantó. Este libro, editado por Planeta, vale la pena para pasar un buen rato y disfrutar de un humor ácido.

Les dejo un par de citas que me gustaron:

—¡Vamos, sube!—exclama él—. ¡Quieres confiar por una única miserable vez en toda tu vida? Yo lo único que quiero es llevarte a cenar, no comerte. (Página 114)

—¿Y quién es esta tipa?

A propósito, ¿yo quién soy? Es Berganza quien interviene para ahorrarme la vergüenza.

—Es una agente encubierta de la Interpol, y si te comportas con ella con menos consideración que hacia la Santísima Virgen, aunque sea sólo un poco menos, te meto a la cárcel con doce violadores homosexuales. ¿Un cigarro? (Página 197)

Desde hace tiempo me recomendaron leer “La chica del tren” de Paula Hawkins. Fue una querida amiga mía la que me dijo que no podía soltarlo y que era necesario que lo leyera. En la misma ocasión en que me hice del libro de “Magonia“, compré este libro (¡al fin!).

¿Mi intención? Quizá muy ambiciosamente, decidí que iba a leer un libro por fin de semana. Considerando que entre semana no paso tiempo en transporte público (ya que llego a pie a mi oficina) y que el trabajo suele dejarme cansada al final del día, se me hizo fácil pensar que con largas horas de ocio en el fin de semana podría acabar un libro a la semana. Además, si con Magonia lo conseguí ¿quién decía que no podría lograrlo con otro libro?

Así que mi segundo libro iba a ser La chica del tren. Me tardé dos fines de semana (más o menos). Me costó muuuucho trabajo al principio. Y es que el inicio es francamente lento. Para mi gusto, demasiado lento. Narrado en primera persona desde el punto de vista de tres personajes, todos femeninos, es claro que el personaje principal es Rachel, una divorciada alcohólica que ¡dioses! me cayó muy mal.

Y, siendo la protagonista, eso era un problema. ¿Cómo leer la historia de alguien que no soportas? Mi hermana lo definió bien: era como leer los pensamientos de las esposas desesperadas. Alguien en la chamba también me dijo “es como leer un periódico, a veces tedioso, pero que poco a poco te va atrapando”. En efecto, poco a poco me fue atrapando.

Lo que parece el debraye malacopa de una (muy) despechada Rachel va tomando forma hasta volverse un thriller que va atrapándote. Las últimas 50 páginas sí me las eché de tirón.

No les tengo citas preferidas porque no se me hace un libro citable (lo siento) y de sus trescientas y tantas páginas yo le acortaría muchísimo, de menos las primeras 100 las bajaría a 10, ¡ja! En el afán de construir y presentar a los personajes, planteándolos para después de dar giros y así evitar el ser predecible, creo que Hawkins peca de monotonía. Claro que esa es mi muy humilde opinión.

Lo que puedo decir es que el final está bien trazado y en ese aspecto, cumple como thriller en mantener el suspenso. Si, como malamente yo, tienen la costumbre de tratar de adivinar los finales, Hawkins no suelta prenda tan fácil (es decir, no saben hasta que falta muuuy poco para acabar quién es el verdadero villano en todo este cuento). No lo releería, eso sí. Pero sí se lo recomendaría a los amantes de los thrillers recomendando paciencia para con la protagonista.

Ahora falta ver cómo está construida la película que próximamente saldrá.

Hace casi un año, en un día no tan afortunado, llegó un paquete a mi casa. En el sobre manila venía un libro que me mandaba mi maestro y amigo José Urriola. Santiago se va, novela escrita por mi amigo, llegaba a mis manos. Repito: no llegó en un día afortunado. Llegó a mi casa el día que le estaba diciendo adiós a mi padre.

Así que me tomó prácticamente un año el poder agarrar el valor para leer dicha novela. Antes no había podido pasar de la dedicatoria que mi profe Urriola había escrito con cariño para cuando yo abriese las tapas de la novela.

Ahora que pude leerla no pude más que pensar que admiro más que antes a José, y que cuando sea grande quiero escribir como él.

Esta novela colinda con lo fantástico, con lo que Alberto Chimal nombra literatura de la imaginación de una forma bella: si bien al inicio parece todo fluir en la realidad que conocemos, hay un giro, un “eso no ocurre de verdad” que trastoca todo.

Santiago le encarga al narrador que lo ayude a hacer un extraño documental. Es un documental sobre su propia vida, donde se tiene que entrevistar a las mujeres de la vida de Santiago en dos ocasiones: la primera inicia cuando entramos en la historia y la segunda entrevista debe ser diez años después. Así, en la primera parte, vemos desfilar a la mamá, la prima y los amores de Santiago. Todas narran cómo fue la relación con él y dejan una idea, una figura con la que recuerdan al protagonista ausente (porque Santiago no está presente en las entrevistas). En la segunda parte vemos desfilar los inventos de Santiago, que siempre estaba planeando nuevas cosas, nuevas creaciones que ayudarían a la humanidad [en lo personal amé las ideas sobre los amores imposibles]. Luego nos reencontramos a las entrevistadas, a diez años de la primera entrevista, y sin saber nada del protagonista.

¿Se altera la memoria que tenemos de alguien a causa de su ausencia? ¿Perdonamos los rencores? ¿Se acrecentan los sentimientos? Dándole una voz única a cada una de las entrevistadas y a su entrevistador, José consigue hacernos transitar por esas y otras cuestiones a lo largo de la novela.

Además, esta novela no sólo se lee, sino que también se escucha: todos recuerdan que para Santiago la música era importante. Cada entrevista va con una canción de fondo. La novela entera construye una banda sonora a lo largo de sus páginas.

Dejando de lado el cariño que le tengo al autor, esta novela ha logrado coronarse como una de mis favoritas por el manejo del lenguaje, la imaginación vertida en los inventos y la destreza al trabajar con la nostalgia como eje de un personaje que parece ser triste y taciturno siempre, a pesar de lo creativo y apasionado que es.

Si tienen oportunidad de conseguir este libro, editado por Libros de Fuego, de verdad ¡háganlo! Pueden leer algunas otras reseñas de este libro en Goodreads

joseJosé Urriola (Caracas, 1971) “Hijo de escritor y bióloga, en mi ADN viene el mandato de rendir culto a la ciencia ficción. Lunático, melancólico incurable. A veces he visto rostros en el viento ¿acaso tú no?” Pueden leer su blog acá