Tejedora de historias

Desde que tiene memoria, ha sido así. Se cuenta cuentos para pasar el rato, para antes de dormir, para vivir. No sólo se narra lo que ya pasó sino que traza en su mente nuevas perspectivas de lo que puede ocurrir. Entrelaza el pasado con el futuro, haciendo de ello su presente. Puede estar aquí, enfrente de ustedes, pero en su mente ella está en otro lado.
Desde que tiene memoria, ha sido así, una tejedora de historias que dibuja con el pincel de las palabras las posibilidades imposibles. Con ello se consuela cuando tiene roto el corazón, se anima cuando la esperanza está en la distancia o se explica las cosas cuando ya acaecieron y les busca sentido.
Es a través de las narraciones que la vida cobra sentido. Todo fuera de la narración es algo vago y gris, que una vez coloreado por la vida de las palabras empieza a danzar enfrente de ella. Ha vivido más de mil vidas en su cabeza, aunque realmente sea tan sólo una chica más.
Y ahora va por la vida contándose cuentos antes de dormir. Cuentos que la consuelan y le dan ánimo. Cuentos que la ayudan a seguir con una bella sonrisa. Sí, es una tejedora de historias, pero sus historias quieren ver la luz. Por eso ahora también las está escribiendo. Escribir es darle cuerpo al alma de las ideas. ¿Y ahora? Creará su propio Frankestein, un cuerpo remendado de esperanzas, ilusiones, letras y sueños. ¿Qué va a surgir? Sólo el tiempo lo dirá.
Nerea. 28 de junio, 2013.
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